La religión de los Miao Floridos

Los Miao Floridos, Flowery Miao como les llaman en inglés o Ah-Mao como se denominan ellos mismos, viven principalmente en el nordeste de la provincia de Yunnan y las regiones adyacentes de Guizhou y Sichuan.

En la actualidad son cristianos. De hecho, al viajar por sus tierras, las aldeas de los Ah-Mao, entremezcladas entre las de los chinos han y los Yi, son inconfundibles por la presencia en cada una de ellas de una iglesia blanca, que se alza imponente sobre sus construcciones de adobe o ladrillos.

Se cuenta que a principios del siglo XX, los Ah-Mao vivían oprimidos por los terratenientes chinos e Yi. Cuando algunos de ellos supieron, por medio del misionero británico James Adam, la existencia de un dios dispuesto a salvar a los Ah-Mao, la noticia se extendía como la pólvora entre sus aldeas, convirtiéndose en masa a la nueva religión.

Lo que se consideró uno de los mayores éxitos de los misioneros cristianos en China, transformó en pocos años la sociedad Ah-Mao modelándola según los ideales cristianos. De su antigua religión ya se sabe poco, excepto por los testimonios de los misioneros que registraron las características del mundo que cambiarían para siempre.

Siguiendo a W.H. Hudspeth (1)

"Su religión es un tipo de animismo. El mundo de los espíritus es tan real para ellos, como el mundo de los vivos, aunque no parece haber trazas de lo que llamaríamos "grandes dioses". Creen de forma vaga en la trasmigración de las almas, y ciertamente veneran los espíritus de sus ancestros."

"Las montañas, los árboles sagrados, las piedras sagradas y las puertas, son objeto de culto."

"No tienen templos, altares ni ídolos."

"El culto a los árboles, estrechamente relacionado con la fertilidad de la tierra y la fecundidad del ganado, es extremadamente elaborado. En cada aldea se guarda culto a algún árbol o piedra de la vecindad y si este estuviera en un lugar un poco elevado que las casas de la aldea, se piensa que es especialmente eficaz. Ese árbol es el guardián de la aldea. Raspar su corteza e incluso arrancarle una rama, estaría considerado sacrilegio."

La vida cotidiana de los Ah-Mao estaba regulada por una serie de ritos de carácter mágico religioso. Dirigiéndolos de alguna forma había una serie de chamanes que ellos pensaban podían controlar y dirigir esos poderes invisibles. Estos chamanes jugaban un papel importante en la sociedad Ah-Mao pues se pensaba podían curar algunas enfermedades, como las fiebre tifoideas que tanta mortandad causaban, la malaria, y otras enfermedades menores. Tenían un amplio conocimiento de las plantas y las hierbas, con las que curaban un buen número de enfermedades. "Ofreciendo un primitivo servicio médico a la tribu."

Otros especialistas religiosos eran en cambio temidos y odiados, pensándose que podían disparar flechas secretas invisibles que podían causar daño a la gente. Sufrían de la ira de la gente cuando en la aldea acaecían desgracias inesperadas.

(1) W.H. Hudspeth.- Stone Gateway and the Flowery Miao. Cargate Press. London. 1937

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