Costumbres de los Lahu

La organización social de los Lahu se basa es la aldea o "ka", que es a la vez unidad política y militar, con un jefe o kaxie que reparte la caza, organiza los asuntos comunes, y representa a la aldea ante el exterior. En lo demás es igual al resto de la gente, ya que en la sociedad tradicional lahu reinaba la igualdad, no existiendo ni ricos ni pobres entre ellos. La posesión y el trabajo de la tierra era en común. Con el establecimiento del sistema de los Tusi o gobernantes locales entre ellos, los kaxie se convierten en intermediarios entre los Tusi y la gente común, creándose a partir de entonces una cadena descendiente de jefes locales de los propios Lahu.

Sus aldeas generalmente están en lo alto de las montañas, rodeadas por una valla que se repara cada año, con tres puertas. Con una montaña de los dioses detrás de la aldea y un bosque prohibido alrededor. La aldea se llama según el que la construye, el jefe o el lugar.

Viven en casas sencillas, de madera con techo de hierbas, con 1 ó 2 pisos. Arriba la gente y abajo aperos y animales. Todos los hombres saben hacer casas y cuando alguien quiere hacerla, se reúnen y la hacen en un día, y el dueño les invita a comer. Sueles tener tres cuartos: entrada, dormitorio y almacen, con un altar para los espíritus.

Realizan agricultura de roza y quema, con rotación periódica de sus campos de cultivo.

La caza es una actividad importante para ellos, especialmente en enero y los festivos, cuando salen decenas de hombres en expediciones que duran varios días. Todo se reparte por igual (incluyendo a los extraños), dando sólo un poco más a los ancianos. El respeto a los ancianos se manifiesta no sólo a la hora de repartir la caza, sino también al beber vino, o té, cuando se les muestra un respeto especial: se les ofrece la copa con dos manos, se les deja caminar delante, comer primero, se les escucha.

Antes cada familia plantaba su algodón, tejía y cosía su ropa, y la teñía. El color que más les gusta es el negro. Los Lagu se afeitan la cabeza, aunque las mujeres se dejan un mechón llamado: "pelo del alma". Los hombres no. Las jóvenes ahora se dejan pelo largo, y sólo se lo afeitan tras casarse. Sueles llevar grandes pendientes de plata, collares y pulseras. Todos los hombres llevan un tocado especial, un gorro de tres puntas muy original, también llevan otros turbantes negros.

Comida: les gustan mucho los asados, que giran entre dos palos de bambú. Antes dependían más de la recolección, ahora lo básico es el arroz, que complementan con verduras silvestres.

Toman el té asado, y primero bebe el anfitrión para demostrar que no tiene veneno. Les gusta el vino y el tabaco.

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